Bueno, ante todo quiero decir que las fotografías no son mias, si no de mi hermano y mi cuñada (@Madre_golfa) las cuales yo solo he retocado. Y escribo esta entrada por el simple echo de que creo que nadie en el mundo pueda negar, que pese a que hay que ser respetuoso con estos temas, hay que tener en cuenta que esteticamente el lugar impone (al menos yo en fotos lo capto) respeto y un poco de sobrecogimiento. Pero sin dejar de olvidar que visualmente es muy conquistador fotográficamente.
Cito:
El cementerio judío se creó en 1439 (así data la primera lápida de Avigdor Karo) y, aunque fue creciendo a lo largo de los años, no se extendió todo lo debido y actualmente se puede apreciar todo su carácter intácto.
Debido a la falta de espacio los cuerpos se enterraban unos encima de otros (llegando a más de 10 apilados). A día de hoy se pueden ver más de 12.000 lápidas y se estima que puede haber enterradas unas 100.000 personas.
Las piedras, lápidas frías, mohosas, caídas y gastadas por el tiempo, confieren a este cementerio un inquietante pero especial encanto y hacen que el foráneo se recoja en una atmósfera fúnebre de respeto y solemnidad. Quizás una de las comunes sensaciones que se despiertan en el visitante sea el caos, al ver tanta lápida desordenada, torcida y apilada una sobre otra. Todo es resultado de la antigüedad, del aprovechamiento del terreno y de la imposibilidad de extender la necrópolis ni de exhumar los cadáveres. Debido a la falta de espacio hay lugares del cementerio donde se han apilado más de diez cadáveres, nuevos sobre antiguos, echando tierra sobre tierra.
Para los judíos este es un lugar de peregrinación, ya que este cementerio es la última morada de personajes ilustres de la vida judía como el rabino Jehuda Low Ben Becalel (a quien la leyenda atribuye la creación del Golem, el personaje imaginario de barro que defendía el ghetto), el erudito David Gans o el rabino David Oppenheim. Se dice que Franz Kafkaera asiduo a pasear por este recinto y que Hitler no lo destruyó para que sirviera de "museo del pueblo extinguido".
Es curioso para el visitante que desconozca la práctica el encontrar sobre las lápidas pequeños pedruscos encima, y es que las piedras tienen una particular importancia en la fe judía: como las tumbas judías no pueden ser levantadas, en recuerdo del difunto se ponen piedras en lugar de flores. En ocasiones las piedrecitas hacen de peso para que no se vuelen pequeños trozos de papel con algún mensaje escrito para el difunto. Es por eso que otra de las sensaciones del visitante en este cementerio sea el abandono o el "descuidado cuidado", al estar rodeado de frondosos robles y castaños y al no ver ninguna flor... pero nada más lejos de la realidad. / Rosa Varona
El caso es que me gustaría que vierais las imágenes que he escogido de más de 200 fotografías para que veáis a que se refiere la gente con que sobrecoge.
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